Tu pareja: si tienes una relación completamente feliz con tu pareja, los dos están obligados a hacer cosas que los estresan. Desde cuestiones de espacio y hábitos, hasta temas relacionados con la maternidad y paternidad, y la forma de llevar las finanzas, tu pareja también puede causarte estrés.
Pequeñas molestias cotidianas: desde las interminables llamadas telefónicas para llegar a un acuerdo con tu compañía de seguros, hasta la fila en el supermercado y los 20 minutos se pierdes buscando un sitio dónde estacionar son pequeñas cosas que te van molestando en el día a día y que pueden desembocar en una gran crisis si no las asumes y te desahogas en el momento.
Redes sociales: hacerte consciente de las situaciones de estrés en la vida de tus amigos, que a su vez puede añadir más estrés en tu vida. Otro caso de estrés empático, pero en este caso virtual.
Té y chocolate: ya sabes que la cafeína te estresa. ¿Pero sabía que beber varias tazas de té seguidas, o comer una barra de chocolate amargo, pueden aportar casi tanta cafeína como una taza de café? El problema es que el exceso de cafeína, en cualquier forma, puede causar problemas con el sueño, la digestión y de irritabilidad.
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