todo comenzó a las 8:40 a.m., cuando las unidades del Equipo de Investigación de Artefactos Terroristas y agentes del cuerpo de Bomberos acudieron a la dirección para atender la denuncia, según se informaba era una “caja sospechosa que tenía adentro un símil explosivo hecho con dos cartuchos de escopeta y unos cables, todo dentro de una caja de sardinas”.
Cuando se comprobó el bulto sospechoso se comprobó que no era una bomba y si una “lata de sardinas”, tal y como explicaba Yamandú Lessa, portavoz del Ejército de Uruguay. “Le faltan varios elementos para que sea una artefacto explosivo completo”, decía Lessa.