Cuando en algún restaurante te dicen «señor» en vez de joven ¡te ofendes!. La razón del por qué te dicen así es evidente, el único que no lo puede ver eres tú pero las entradas y signos de calvicie son más que obvias.
Ser chavorruco no es malo, especialmente si la persona acepta que lo es, ya que eso ayuda a que se eviten muchas de las situaciones embarazosas aquí descritas.
El problema llega cuando no eres consciente de que ya estás grande para estar actuando como chavo y que cuando tenías edad para serlo no lo aprovechaste del todo, y ahora quieres destramparte.
Todavía sales en las fotos de reuniones con los demás haciendo la señal de cuernos como si de verdad te gustara el metal cuando lo más rudo que escuchabas era a Bon Jovi.
En los conciertos, en las fiestas de la oficina o en sus vacaciones, los chavorrucos gustan tomar varias cervezas en poco tiempo porque “siempre lo han hecho y siempre aguantan”.
Lo que quizá no saben es que, con la edad, el organismo ya no asimila igual el alcohol en grandes cantidades; así que lo que antes presumían que no les pasaba con tres cervezas, ¡ahora sí les puede pasar! así que tengan mucho cuidado.
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