Un hombre alemán se tomó muy enserio la parte de «dividir las pertenencias en partes iguales». Durante el proceso de divorcio entre él y su ex esposa, decidió ¡partir a la mitad todos sus bienes!.
Se nota que este hombre domina todo tipo de herramienta, porque los cortes de cada objeto eran muy limpios y exactos. Dividió el sofá, un oso de peluche, el buzón, hasta ¡el auto!.
Hoy, está subastando lo que quedo de su auto en una página de internet alemana, en la cual se publican objetos que tienen una historia como la de la mitad de su auto que es la imagen de su divorcio con todas las letras.
La lección que se ha vuelto viral