Dormir 8 horas diarias: si duermes menos de esto estarás más susceptibles a sentirte abrumada, irritable y enojada.
Tomar vacaciones: date un tiempo para ti en donde hagas cosas que te satisfagan. Salir de la rutina te inyectará de energía y eliminará tus tensiones.
No llevar trabajo a casa: olvídate de él cuando hayas finalizado tu horario. Si lo llevas a casa no podrás recuperte física y mentalmente de tu jornada laboral, además de que romperás el equilibrio de tu vida personal.
Estar en contacto con la naturaleza: da un paseo de vez en cuando fuera de la ciudad o visita un parque. La naturaleza, la vegetación y el agua te ayudan a recuperar el equilibrio. Son potentes inductores de bienestar.
Hacer ejercicio: realizar una actividad física no solo es terapéutico sino preventivo para combatir la depresión y la ansiedad
Meditar: calmar tus pensamientos te ayuda a tener buena salud física y emocional. La meditación alivia el estrés, reduce las emociones negativas y te permite concentrarte en el presente.
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