De acuerdo con The New York Times, las angustias del vecino de Brooklyn, de 32 años, comenzaron cuando en 2003 conoció a una joven en Arizona, Michelle, de la que quedó prendado y cuyo amor buscó con ahínco, frente al desinterés de la dama.
Recurrió entonces a una espiritista que tiene su local en Times Square, Princilla Kelly Delmaro, de 26 años, quien, supuestamente ayudada por recursos desconocidos, aseguró que el hombre y la joven eran “almas gemelas” y ella se encargaría de unirlas para siempre.
La primera factura fue de 2,500 dólares, la segunda de 9.000 y, como el tema no parecía funcionar, la espiritista pidió un anillo de diamantes, valorado en unos 40 mil dólares, para que la piedra preciosa le diera energía en las tareas de conquista.
De cualquier forma, Michelle apareció, llegó a encontrarse con el hombre turbado por el amor, en California, donde ella residía, pero de nuevo le dio calabazas y, frustrado, el hombre enamorado recurrió de nuevo a la espiritista.
La factura comenzó a subir, dice el diario. Llegó a pedir 90 mil dólares, entre otras cantidades, porque dijo que tenía que tender un puente de oro de casi 130 kilómetros para que se alejaran los malos espíritus.