Entre firmas de autógrafos y fotos con su público, el Yaki se encontraba preocupado porque al día siguiente tenía una cita en la Ciudad de México, a las 8 am para un programa de televisión.
Durante el concierto, la persona conflictiva desapareció ya que prometió cosas que no eran viables, por lo que los organizadores de la fiesta pedían que siguiera tocando. Cabe destacar que si bien no lo amenazaron, algunas de las personas en el lugar sí se encontraban armadas.
Una hora después, dejaron que se marchara y pudo asistir al programa.