Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Moscú, en Rusia, a cargo del experto Maxim Skulachev, descubrió un novedoso tipo de antioxidante con la capacidad de impactar en las mitocondrias celulares, responsables de la producción de energía y principal causa del envejecimiento.
Ha sido posible demostrar un retraso significativo del inicio del envejecimiento.
El desafío es, por lo tanto, hacer "técnicamente posible" la medicación antienvejecimiento y prolongar, así, la vida del ser humano.