Frénalos. Los celos son parte natural y casi inevitable de una relación romántica. El secreto está en asegurarse de que apenas constituyen una parte muy pequeña de tus sentimientos. Tener una pelea resulta agotador y no mejorará en absoluto las posibilidades de éxito de la relación; de hecho, puede ser todo lo contrario.
Ser racional. Los celos normalmente provienen de la percepción de una amenaza para la relación. Un buen tip es intentar averiguar si esta amenaza es real o imaginaria, recordando siempre que una mente celosa es propensa amagnificar con rapidez pequeñas cosas, dando lugar a una respuesta totalmente desproporcionada.
Trabaja tu autoestima. Los celos y sentimientos de ansiedad y sospecha que los acompañan, están muy relacionados con la inseguridad. Por lo que tomar medidas para aumentar la estima puede ayudar a protegerse de los celos.
Reafirma la relación. Tener una pareja celosa puede ser agotador, pero hay que ser pacientes debido a que, a menudo, la reacción adecuada puede acabar con los posibles celos.
Recuerda que si hay algo que dispara los celos de tu pareja, procura evitarlo. A pesar de que en ocasiones alguno se comporte de manera intolerante, no olvides que los celos son una consecuencia del amor, por lo que debemos intentar reafirmar a nuestra pareja en lugar de ponernos a la defensiva.