Parecía una idea excelente, hasta que la pusieron en práctica: dos jóvenes le provocaron una caída muy aparatosa a una mujer cuando intentaron lanzarla desde la cabina de un barco al agua y cambiaron de parecer a último momento: el resultado fue un golpe justo en el cuello.
Después de la envión inicial, uno de los galanes se percató de que la dama nunca llegaría al agua pero su intento por salvarla devino en una desgracia mayor.