Como es una tradición, cuando sucede un evento importante, el pastel no puede faltar. En este caso les contamos la historia de amor de Ann y Ken Fredericks, quienes han cumplido 60 años de matrimonio, por lo que cada aniversario festejan comiendo pastel… ¡pero el de su boda!.
En el año de 1955, la madre de Ann decidió hornear un Dark Fruit Cake para la boda de su hija. Lo increíble es que aun queda un pedazo y ¡se encuentra en perfectas condiciones!.
Una lata de café guardada en la alacena, ha sido el lugar perfecto para conservar ese alimento. Lo único que hacen es remojarlo con un poco de brandy y a disfrutar.
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