La sorpresa vino minutos después, cuando el corazón de Ruby volvió a latir. El personal médico describe la resucitación de la mujer como un doble milagro, ya que, además de recuperar el pulso, no sufrió ningún daño cerebral pese a haber estado tanto tiempo sin pulso.
Ahora, Ruby asegura que la situación fue especialmente difícil para su marido, su madre, su hermana y otros familiares, puesto que vivieron en una auténtica montaña rusa provisional. Tuvieron que asumir primero que estaba muerta y sentirse contentos después porque no era así.
Después de esta experiencia cercana a la muerte, Ruby dice que el tiempo que pasa con su esposo, su hijo de 7 años y su hija recién nacida es aún más precioso.