Las actuaciones del cantautor
Joan Sebastian a caballo llegaron a su fin en Guadalajara. El originario de Juliantla, Guerrero, se despidió de su público tapatío con un concierto y jaripeo, al que él mismo quiso llamar La última maroma, y la respuesta de sus seguidores fue clara, al abarrotar la plaza de toros Nuevo Progreso.
El recinto lució con sobre cupo, con gente sentada en las escalares y algunos otros que tuvieron que apreciar el show artístico y ecuestre de pie.
A las 21:00 horas, Joan saltó al ruedo de la plaza montado en uno de sus caballos bailadores, haciendo gala de su cabalgadura y con un público entregado que no dejó de corear cada uno de los éxitos que el compositor interpretó.
Ya con algunos impedimentos para respirar, pero dando lo mejor de sí, Joan cantó de inicio cinco temas montado en tres diferentes caballos bailadores; uno de sus más grandes éxitos, "Tatuajes", sirvió para que la gente encendiera motores y se estremeciera corando la canción; a la mitad de tema, Joan echó a su caballo, y luego de un pequeño tropiezo donde casi cae.
“Así nos bajamos a saludar y besar esta hermosa tierra (…) gracias Jalisco”, exclamó.
Apenas a las cinco interpretaciones, Joan Bajó de su caballo para subir al escenario, tomar su guitarra y hacerla sonar al ritmo de temas como "Me gustas" y "Eso y más", para posteriormente cantar una serie de temas que grabaron Vicente y Alejandro Fernández, entre ellos Quién, La derrota y uno en especial que caló hondo en su público y puso a bailar a los miles de seguidores: Estos celos.
Joan no dejó pasar el momento para agradecer a su público.
“La vida nos hace invitaciones, y la vida me invita a ya bajarme de los caballos. Soy el más longevo de los enfermos de cáncer de huesos, hoy traigo unos kilos de menos, pero tengo el corazón muy grande”, declaró entre suspiro y suspiro.
Luego de media hora de estar arriba del escenario, bajó y montó de nuevo en otro de sus caballos para entonar Juliantla.
“La primera vez que estuve en esta plaza lo hice al lado de un hombre que llevo en mi corazón: Antonio Aguilar“, declaró, entonces sonaron trombones y trompetas para arrancar con la canción "Bandido de amores", que hiciera famosa el charro de Zacatecas, Tony Aguilar.
