El respeto de dos vertientes musicales diferentes se exhibió desde el principio, ya que Café Tacvba se encargó de abrir el escenario a las 20:34 horas. La banda que cumplió 24 años en el mes de mayo, ejecutó con la energía que les caracteriza las canciones que los han hecho famosos alrededor del mundo, “Las Flores”, “Déjate caer”, “Olita de altamar”, “El puñal y el corazón”, “La ingrata”, “La chica banda”, “La Chilanga Banda”, “De este lado del camino”, “Aprovéchate” y “Eres” fueron las canciones elegidas para este evento. Mostrando profesionalismo y alegría, lograron que el público tapatío vibrara y coreara el “ole, ole, ole, café, café”.
Después se vino el momento de los Tigres del Norte, que desde sus inicios en 1968, ha logrado un estilo particular, y sus letras se arraigan en la nostalgia del paisano que se va “al otro lado” y su familia que se queda a esperarle. No pararon de interpretar lo que el público pedía. Fueron cerca de dos horas de regalarle a la gente sus éxitos. Entre canto y baile, en un auditorio completamente lleno, se escucharon (entre muchas otras porque la lista es larga) “La reina del sur”, “La jaula de oro”, “La puerta negra”, “Golpes en el corazón”, “Pacas de a kilo”, “Ni parientes somos”. La gente no paraba de acercarse a las primeras filas para tomarse la foto con los Tigres, que amables posaban para ellos sin dejar de interpretar.
El escenario se iluminó y la noche se detuvo, cuando Café Tacvba acompañó a los Tigres del Norte con la canción “América”. La gente enloqueció y así llegó el momento climax de la noche, el que muchos habían esperado. Posterior a ello, interpretaron juntos “La Yaquesita” y “Un regalo nomás”, canción que Café Tacuba interpretó en “El más grande tributo a los Tigres del Norte”. Finalmente interpretaron “El jefe de jefes”, ante la siempre sonriente actitud de Rubén Albarrán (vocalista de Café Tacvba) que los acompañó entre bailes y abrazos. La noche continuó y los Tigres del Norte se apoderaron del escenario, convirtiendo al Auditorio Telmex en un salón enorme de baile.
Una noche que se recordará para siempre, en la que dos titanes se unieron para dejar en claro que la música rompe géneros y gustos, y que en México se produce calidad que es reconocida dentro y fuera de nuestro país.
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