"Muchos procesos fisiológicos exhiben ritmos de día y noche, incluido el comportamiento de alimentación, el metabolismo de lípidos y carbohidratos y el sueño", señala el artículo.
El trastorno de la sincronía en el ritmo circadiano, que es una de las características del trabajo en turnos nocturnos o de trasnoche, el desajuste que ocurre cuando se viaja en avión largas distancias entre este y oeste, y los trastornos en las horas de sueño "pueden tener efectos profundos sobre la regulación del peso corporal y la homeóstasis de glucosa y lípidos", añade el estudio.
Los experimentos hechos con ratones en laboratorio han mostrado que cuando los animales no pueden mantener las horas por una razón u otra su ciclo cirdaciano queda atascado en una modalidad resistente a la insulina y propensa a la obesidad.