Selena Quintanilla Pérez nació el 16 de abril de 1971 en la localidad texana de Lake Jackson, en el seno de una familia de origen hispano.
No era más que una niña cuando su padre, que había sido músico, se dio cuenta de la gran voz que poseía. A partir de entonces centró todos sus esfuerzos en encaminar su vida hacia la música. Los primeros pasos de Selena como intérprete se remontan a su infancia, cuando su padre la hacía actuar con sus hermanos en el restaurante que dirigía. Así nacieron Selena y Los Dinos, grupo con el que la cantante debutó a nivel comercial a los 12 años.
Selena entró en la adolescencia cantando con sus hermanos y participando en diversos “shows”, hasta que su vida cambió en 1989. Fue en ese año cuando surgió el sello latino EMI y su presidente, Behar, la vio en una de sus actuaciones mientras buscaba cantantes para incorporar a su discográfica. Descubrió su potencial y decidió contratarla.
Ese mismo año lanzó su primer trabajo profesional, “Selena”. Prácticamente a partir de este disco apareció cada año en el mercado un nuevo álbum: “Ven conmigo”, “Entre a mi mundo”, “Live”. Fue una mujer estadounidense y hablaba habitualmente en inglés, pero curiosamente cantó en español, tal y como le enseñó su padre cuando era pequeña.
En 1993 consiguió un Grammy al Mejor Álbum de Música mexicano-estadunidense por “Live”, y al año siguiente publicó su disco “Amor prohibido”, del que se escucharon canciones que se convirtieron en éxito en cuanto aparecieron: “Bidi bidi bom bom” y “No me queda más”, entre otras. El sueño de Selena se hizo realidad: triunfó en el mundo típicamente machista de la canción texana y consiguió entrar en México como una verdadera número uno, algo prácticamente imposible para cualquier cantante de Texas.
En 1995 disfrutó de su éxito al grabar “Dreaming of you”, un disco del que vendió más de dos millones de copias y protagonizó un multitudinario concierto en la ciudad de Houston.
El éxito de Selena se vio roto el 31 de marzo de 1995, cuando tenía tan sólo 23 años. La presidenta de su club de fans, Yolanda Saldívar, la asesinó por motivos económicos. Ambas vivían en Corpus Christi y se conocían desde hace mucho tiempo. Selena confió en ella para dirigir algunas de sus tiendas de ropa, pero su padre se dio cuenta de que la estafaba. Después de una serie de problemas y desacuerdos, la cantante fue a visitarla ese día para hablar cara a cara y recibió un disparo por la espalda.
El 3 de abril se celebró el funeral multitudinario que atrajo al público de diversas ciudades. A partir de entonces nació un mito cuya vida fue llevada a la pantalla grande por la actriz Jennifer López.
Después de la muerte de Selena se publicaron diversas recopilaciones de sus trabajos que incluían temas en inglés (“Siempre Selena” y “All my hits”) y la venta de sus discos creció espectacularmente. Su repercusión fue tal, que la revista “People Texas” le dedicó su portada una semana después de morir e incluso un número conmemorativo.
Numerosas figuras musicales de carácter internacional, como Thalía, Gloria Estefan y Carlos Vives participan en homenajes póstumos en su honor.
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