El negocio, ubicado en el East Village de Manhattan, cobra a sus clientes 2,50 dólares por vaso, cuando normalmente el mismo refresco se sirve gratis en casi todos los restaurantes y bares de Nueva York.
Los dueños del emprendimiento explicaron que el alto precio se debe a que el agua de alta calidad es filtrada por una compleja máquina valuada en 20.000 dólares. "El agua es vertida por un sistema de siete filtros que la hace más saludable y pura que cualquier agua", dijo el portavoz de la tienda.
Además del líquido insípido, incoloro e inodoro, la tienda ofrece bebidas con vitaminas y basadas en hierbas medicinales.