Jenni Rivera complace a su publico en el Auditorio Nacional

Jenni Rivera se presentó el viernes en el Auditorio Nacional con su gira “Joyas prestadas”, donde agradeció las muestras de apoyo recibidas en estos momentos tan difíciles de su vida porque atraviesa por un nuevo escándalo tras su separación del beisbolista, Esteban Loaiza.



De buen humor y con la característica sencillez que la ha convertido en la “Diva de banda”, Jenni se entregó a cerca de 10 mil, quienes corearon cada canción en un espectáculo de casi tres horas.
“Mi vida loca”, “Chuper amigos”, “La tequilera”, “Ni me viene ni me va”, “Cuánto te debo”, “Tu camisa puesta”, “Con él” y “Culpable o inocente” dieron inició a la presentación de la artista, quien agradeció profundamente cada muestra de cariño.

“Muchas gracias por ese cariño que en estos momentos es muy importante para mi. Gracias por apoyarme en las buenas y en las malas, por levantarme cuando estoy cayendo”, dijo conmovida y, aunque evitó derramar lágrimas, su rostro reflejaba emoción.

Conforme avanzó la presentación, la cantante hizo alusión a la situación emocional y de pareja por la que atraviesa, la cual ha sido muy comentada por los medios de comunicación.

Para esta ocasión, la “Diva de la banda” presentó sus “Joyas prestadas” en varios bloques, ya que primero entonó con banda, con mariachi, acústico y para concluir regresó al primer género.

“El hombre que amo”, “Detrás de mi ventada”, “De contrabando”, “Basta ya” y “Lo siento mi amor” fueron parte del repertorio de la velada, en donde también dio un espacio a Ricardo Yucupicio, participante del programa “La voz…México” y quien se ganó los aplausos de los presentes con su interpretación.

Después, al peculiar ritmo de la cantante sonaron temas como “Ni princesa ni esclava”, “Ya lo sé” y “La gran señora”, canciones que disfrutó al interpretarlas en el Coloso de Reforma, escenario que ya ha pisado en anteriores ocasiones.

De esta manera, Jenni Rivera, luego de dedicar varios minutos para atender a su público, se despidió con gran alegría por las ovaciones recibidas, con lo que demostró por qué es consentida en el género.