Rafaela una señora latina quien se ganaba la vida trabajando en los Estados Unidos, en diciembre pasado recibió una inesperada visita por agentes de migración quienes le solicitaron a ella y a su hijo, que los acompañaran, sin tener otra alternativa Rafaela y el joven accedieron, dejando en el desamparo a dos hijos mas, un jovencito de 15 años y una pequeña de tan solo 9 años.
Mi esposa yo, al darnos cuenta de esto, sin pensarlo 2 veces, decidimos hacernos cargo de la niña “Italia”, el tiempo trascurrió, llego la Navidad, el día de Reyes, así pasaron tres meses, día tras día transcurrió con alegría para la pequeña, pero las noches se tornaban tristes, de esos pequeños ojitos no dejaban de fluir lagrimas de tristeza, añoranza y dolor, por su Mami “Donde esta mami”, “Quiero a mi mami”. El corazón de mi esposa y el mío mismo se desmoronaban al ver aquel sufrimiento tan inmenso de una pequeña por su madre ¡Que cruel realidad! Estábamos viviendo, aunque mis pequeños hijos trataban al igual que nosotros de mitigar su dolor, solo lo lográbamos por unos minutos, pues de nuevo la añoranza regresaba a aquel pequeño corazoncito que reclamaba el abrazo tierno de su madre. Ahora nuestra familia, era la de ella… no había nadie mas para consolarla. Junto a la pequeña pedíamos fervientemente a Dios por el regreso de Rafaela, a finales de febrero gracias a Dios y a los abogados que defendían el caso, Rafaela salio con probabilidades de arreglar su status migratorio, gracias a su buen record y el de sus hijos. Su hijo no corrió la misma suerte, pero al menos ahora Rafaela y sus dos hijos están juntos.
Atentamente.
Unlupillomuysincero!!!!!!!