Jan Vormann, un israelí de 26 años, ha llevado su colorido arte de restauración de fachadas desde su viejo barrio en Tel Aviv hasta la cosmopolita Nueva York, pasando por varias ciudades europeas, según reporta el Daily Telegraph.
"La gente se siente atraída por mis obras por el colorido de los Lego" agrega Vormann y comenta que muchos se sorprenden por la dedicación que le pone al ubicar los ladrillitos y hasta se ofrecen a ayudarlo.
Hasta el momento, Jan Vormann ha usado más de 1.000 piezas de Lego y espera que su obra haga que la gente se pregunte la razón por la cuál los ladrillitos de colores han sido ubicados en las paredes.