La taxidermia, si bien gira alrededor de manosear animales muertos, también puede ser divertida.
Si Ud. cree que ser taxidermista es espantoso y que embalsamar animales muertos en poses, no es un pasatiempo sino más bien una honda perturbación psicológica, esta nota es para Ud. Y para Norman Bates.
El mejor ejemplar de la taxidermia humorística es sin dudas este sillón de cabezas de oveja. Cuenta la leyenda que si Ud. se sienta en él jamás volverá a dormir. Mucho menos contando ovejas.
También le puede causar gracia un horroroso homúnculo hecho con el cuerpo de un roedor y las alas y patas de uno o más pájaros y dientes de humano.
En fin… el espanto de exhibir cadáveres de animales ridiculizados y profanados sin piedad para algunos puede ser un hobby. Revuélquese en pedazos de pobres bichos desafortunados en las exánimes páginas de Taxidermia Divertida.