Un pasajero en una exhibición aérea se eyectó a sí mismo y salió disparado hacia el cielo.
Inmediatamente dos cohetes adheridos a la parte de atrás del asiento lanzaron al hombre al cielo a través de la cúpula de la cabina. Afortunadamente, el hombre bajó a tierra sano y salvo gracias al paracaídas que se abrió automáticamente.
La fuerza aérea sudafricana envió un helicóptero a recoger al pasajero que cayó en las inmediaciones de la estación aérea de Langebaanweg cerca de Ciudad del Cabo.