Un hombre asaltó un banco luego de haber dado su número de cuenta y su identificación. Obviamente fue capturado muy rápidamente.
El hombre salió del banco con unos 700 dólares. Pero cuando resultó que la identificación y el número de cuenta eran genuinos el agente Steven Payne no tuvo más que localizarlo y ponerlo bajo custodia.
Como si tanta obviedad fuera poca, resultó que el mismo Payne ya lo había arrestado por asalto a un banco en 2004.