Al ser cuestionado sobre los momentos más duros que ha enfrentado, Julio respondió sin vacilar que la muerte de su abuela Teófila y de su mamá Esthela, ambas ocurridas en los últimos dos años, han sido momentos duros.
De ahí en fuera, Julio asegura que no tiene nada qué recriminar a la vida, ni siquiera la crisis que también la ha resentido dentro de la música, pues a pesar de que continúa trabajando hay empresarios que no se quieren arriesgar, pero espera que la situación se componga, y por su parte Julio le esta impregnando un plus a sus bailes, tratando de innovar para darle un mejor espectáculo a la gente por el mismo dinero.
Relató que es difícil pagar la nómina de su empresa, a la cual pertenecen cerca de 30 personas y comentó que es difícil mantener a tanta gente, pues antes hacían de 15 a 18 bailes por mes, pero ahora sólo hacen de ocho a diez. Sobre su proyecto de instalar un hospital en Mazatlán, el cantante explicó que los planes siguen en pie, aunque un hospital es una gran inversión espera que muy pronto ese sueño se vea realizado.