Una compañía china de autobuses equipa sus unidades con ladrillos para que los pasajeros puedan romper las ventanas.
Los rudimentarios proyectiles están pintados de amarillo y tienen la leyenda "para casos de emergencia". El problema de los clásicos martillitos que se usan en estos casos es que la gente se los roba, según informó la Compañía de Transporte Público de Harbin. "Suponemos que nadie va a estar interesado en robarse ladrillos", agregó el vocero de la compañía que nunca viajó a Latinoamérica.
"Vamos a ver cuál es la respuesta de la gente y en relación a eso equiparemos a toda la flota con esos ladrillos", agregó el mismo funcionario que, como les decía, no debe conocer lugares en los que los pasajeros pudieran ser capaces de utilizarlos para sojuzgar ya sea voluntades o perímetros craneales.