Un mono, desconociendo todo protocolo, orinó sobre el presidente de Zambia.
El mono pertenece a una colonia que se instaló en los árboles del jardín que rodea las oficinas de Banda en el estado de Lusaka. El presidente -haciendo gala de un humor cuestionable- declaró que se lo iba a dar de comer a Michael Sata, en referencia al líder de la oposición.
El mandatario terminó su discurso -el segundo desde que asumió- a pesar del imprevisto. El tema central de su alocución fue la dramática realidad que vive la economía de país debido a la caída del precio del cobre.