"El Toro del Corrido" visitó las habitaciones de los pequeños y algunas veces uso mascara aséptica para poder platicar y bromear con los pequeños y con sus familiares.
En una de las ocasiones, el cantante coqueteó con una niña de raíces mexicanas, preguntándole si tenía novio y se puso de acuerdo con ella, para visitar su casa y comer pescado zarandeado.
Para cerrar con broche de oro el día, Lupillo además de regalar juguetes y conocer a los cada uno de los niños en sus habitaciones, firmó autógrafos y se tomó fotos con más de 300 niños que hacían fila en la parte baja del hospital.