La conclusión inevitable es: qué lástima que los padres de estos individuos no usaron condón.
Faltaba la mercadería mencionada pero los criminales no se llevaron los tests de HIV que había en el camión. Ni tampoco el condón gigante. Dejaron "2.500 pruebas rápidas de detección de SIDA", indicó Gómez.
Según se informó, el condón-móvil había sido utilizado durante cinco semanas en un recorrido por diez estados mexicanos para repartir más de 80.000 condones masculinos y 2.000 femeninos. Los medios apuntan a los sectores más conservadores de ese país.