Era hora de que inventaran algo que permitiera humillar a los engreídos que saben con qué palito hay que pegarle.
Su jefe y otros encumbrados golfistas lo miran con sorna y desdén. Pero después de trazar una parábola anormal la pelotita entra y Ud. celebra con altura y elegancia: "Tomen giles, chiva, chiva". Cuál será el secreto de un éxito deportivo que es también un acto de justicia en la lucha de clases. Muy simple: pelotitas de golf a control remoto.
La "ProActive Sports Radio Control Incred-A-Ball" no sólo sirve para que sus tiros parezcan notables, sino que también cumple la función de hacer que su contrincante pase por marmota. La pelotita viene acompañada de un cargador y del radiocontrol.