Un juez belga condenó a un muerto a ocho meses de prisión. La captura debe haber sido más bien sencilla.
Según explicó un vocero de la corte de Antwerp "desafortunadamente el sujeto desobedeció la citación a declarar después de haber golpeado a su novia". De esa forma el caso continuó sumándole a los cargos antedichos la presunción de culpabilidad que deriva de la negativa a presentarse a declarar.
Si muerto y todo tiene que permanecer en prisión ocho meses su compañero de celda opinará seguramente "calladito es, pero qué mal huele".