No lo hagan en casa: un hombre se salvó milagrosamente su vida haciéndole un piquete de ojo a un tiburón.
Jason Cull estaba nadando cerca de Middleton Beach, Australia, cuando una ricurita omnívora de cuatro metros de largo se le arrimó inesperadamente. "Al principio pensé que se trataba de un delfín pero cuando se vino directo a mí me dí cuenta de qué era", explicó.
Cuando finalmente salió a la superficie gritó alertando a los demás bañistas que nadaron aterrados hacia la playa. El tiburón se interesó por otros dos nadadores y se alejó de Cull.
Joanne Lucas, una voluntaria del club de surf local, de 50 años de edad, contra todos los pronósticos se tiró al agua para rescatar al hombre. "Afortunadamente me llevó a la orilla porque yo no creo que lo hubiera logrado solo".
El hombre tuvo que ser internado para una intervención quirúrgica debido a la seriedad de la mordida.