Padre e hijo hondureños dedicaron doce años a juntar basura en su casa. Tuvo que intervenir la Secretaría de Salud.
Lo curioso del caso es que Rafael es diseñador gráfico y pasante de la carrera de Medicina y Tulio supo ser catedrático universitario, maestro de escuela y habla perfecto inglés. Estos refinamientos no evitaron que el hedor de los desechos y el criadero de insectos transmisores del dengue y el mal de chagas moviera la intervención de la Secretaría de Salud. Personal de la Región Metropolitana de Salud y del centro asistencial Concepción de Río Grande realizaran un operativo de limpieza y fumigación del inmueble.
Según cuentan los vecinos, la demencia de los dos hombres fue producida por una "sopa casera" que preparó la esposa de Tulio para que a los dos se les quitara lo "mujeriego".