Un pescador taiwanés impactó a su familia reapareciendo luego de haber pasado 27 años abandonado en una isla.
"Cuando volví a los quince días el barco había partido y quedé solo mendigando en las calles", relató Hu. Gracias a la ayuda de los isleños el pescador se las ingenió para aprender francés y abrir un restaurante de comida oriental en la isla. Además asistió a la escuela y se casó tres veces.
Veintisiete años después concluyó que extrañaba a su madre y volvió a Taiwán. Allí descubrió con tristeza que su mamá había muerto 21 años atrás preguntándose por el destino de su hijo perdido.