El jefe de una compañía serbia les prohibió a los empleados que se presenten a trabajar con los calzones sucios. Esta medida pretende elevar el standard higiénico del personal.
Millor Gligorijevic, jefe de una papelera que emplea a treinta personas en Belgrado, envió un memo oficial a sus empleados exigiéndoles que se duchen y se cambien la ropa interior todos los días. Entrado en detalles más sutiles, también demandó el uso de desodorante y perfume. Del mismo modo, quienes ingieran ajo en sus comidas deberán lavarse los dientes.
"Estoy harto de la gente con bajo nivel de higiene. A partir de ahora es causal de despido presentarse sin haber tomado una ducha o con la ropa interior sucia", explicó Gligorijevic.