PABLO MONTERO debutara como papá.
Se espera que el niño nazca en dos meses.
El actor y cantante mexicano dijo que estará presente durante el parto, y aseguró que lo acompañarán su madre, su hermana, su sobrina Sofía, su abuela paterna y una de sus tías.
«Quiero que ellas estén presentes en un momento tan importante. Mi hijo va a nacer rodeado de mujeres. Todos los sobrinos que tengo son mujeres, así es que Pablo va a ser el primer nieto varón de mis padres», relató a la revista ¡Hola!
Dijo estar tan emocionado por esta nueva etapa en su vida que no le molesta hacer una pausa en su carrera para estar junto a su compañera.
«No he faltado ni a una cita con el doctor», afirmó al tiempo en que reconoció que a pesar de que no planificó ser padre, Vidal es la mejor madre que podría encontrarle a su hijo.
La pareja se conoció hace alrededor de 10 años. Luego ella participó en el video de su canción «Dicen por Ahí» del disco Con la Bendición de Dios.
Y aunque la modelo conoció a la familia de Montero, cuyo nombre real es Oscar Hernández, los distintos compromisos profesionales de ambos no les permitieron concretizar una relación.
«Sólo nos veíamos esporádicamente en Aspen», dijo el cantante.
Y precisamente allí fue que concibieron al bebé.
«Cuando engendramos a Pablito comenzó a nevar intensamente. La naturaleza nos regaló un manto de alegría. Todo quedó blanco. Salimos y los copos nos caían en el rostro. Estábamos contentos, alegres, muertos de risa», relató la argentina en una entrevista separada para la misma publicación.
Ninguno de los futuros padres habló de la posibilidad de casarse.
Montero reconoció que fue «rompecorazones» por mucho tiempo en el que estuvo soltero y que su trabajo no le daba mucho tiempo para enamorarse.
«Sin embargo, nada tiene que ver con esto, con mi esencia, mi formación y la educación que recibí de mis padres… estoy viviendo un momento genial».
Uno de esos momentos fue cantarle al bebé un bolero titulado «Duerme», del mexicano Gabriel Luna.
«Es precioso, dice algo así como ‘duerme, duerme tranquilo mi dulce bien, que contemplándote con pasión la noche pasaré’. Él (bebé) comenzó a moverse como nunca hasta entonces lo había sentido».