En Brasil, un hombre reconoció que es adicto a los funerales y que ha concurrido a cada una de las exequias celebradas en su pueblo desde hace dos décadas.
Se trata de Luis Squarisi, un trabajador autónomo de Batatais, quien afirmó que renunció a su trabajo para poder desarrollar su vicio y que todo comenzó con la muerte de su padre en 1983.
«Lo primero que hago cada mañana es sintonizar la radio para buscar si alguien murió», destacó Luis, de 42 años. También explicó su Plan B: «Si no escucho nada en la radio, llamo a los hospitales y a las casas funerarias».
Además, frecuentó tanto el local velatorio São Vicente -el único de Batatais- que se hizo amigo de todos los empleados. Uno de ellos, declaró: «No queremos que él vaya a terapia, todos esperamos verlo en los funerales».
© Sistema Radiópolis, S.A. de C.V. Todos los derechos reservados.
Sistema Radiópolis, S.A. de C.V., realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados.